En estos meses que están transcurriendo en España, oigo mucho la frase "Esta juventud no se levanta" o "Los jóvenes de hoy en día están creando un mundo horrible"

No, y mil veces no, no pienso pasar por ahí. No puedo permitir que nos echen la culpa a los jóvenes de la situación actual. El día que yo nací, 5 de Junio de 1990, hacía ya más de diez años que estábamos en una democracia a medio gas, un semifascismo disfrazado, una sociedad dominada por el miedo a los descendientes de un genocida y, lo más triste aún, una sociedad en la que estaban ya en la clase política los dirigentes de hoy en día, los mismos que hoy nos echan la culpa.

Crecí ,por suerte, en una sociedad donde no faltaba de nada, y todo se podía conseguir de alguna manera. Mi generación está educada por los mismos que hoy en día se quejan de nosotros (¿De quién es la culpa entonces?), mi generación está educada por los hijos del franquismo, que enseñaron a que no había que dudar de quien había arriba, sólo callar y tragar. Mi generación está educada con miedo a la falta, y por eso nos dieron más de lo que merecíamos, quitándonos la oportunidad de aprender el valor de las cosas, del esfuerzo. 

Hoy estoy enfadado con los españoles, y sobre todo con la generación de mis padres, los que han educado a la mía. Estoy enfadado porque tienen la poca vergüenza de echarnos la culpa de que no nos quejamos de una situación que ellos dejaron que llegara a este punto y nos echan la culpa de tener una forma de pensar que ellos nos inculcaron.

Para más indignación, los mismos que se quejan son aquellos que ven los medios manipulados por los políticos, medios que no enseñan las manifestaciones y el trabajo que realiza la juventud. Juventud que hoy en día se enfrentama a otro fascimo totalitario, ya que si expresamos nuestra opinión y nos manifestamos nos pegan, nos maltratan y para colmo nos llaman "delincuentes".

Así que yo, desde mi modesto rincón en internet, me niego a dejar que esta gente nos eche la culpa por la situación que hoy en día vivimos, ya que si ellos hubieran tenido cojones de levantarse y acabar con el franquismo, en vez de dejarlo vivo en un sistema "democrático", hoy en día no tendríamos que estar en la situación en la que nos encontramos. Señores, menos culpar a la juventud y más responsabilizarse. Y a la juventud sólo me queda decirle que no se rinda nunca, el mundo de mañana será nuestro y de nadie más, y no podemos cometer los errores de nuestros padres.





En toda montaña hay un valle donde se quedan los cobardes y pobres de espíritu, una senda marcada en la roca por donde suben los valientes, y un paraíso al otro lado para quienes son capaces de superar sus propias montañas y hundirse en sus valles lejanos.



Es muy interesante observar cuan diferente puede ser una relación entre dos seres humanos dependiendo del punto de vista que tenga el uno con el otro. 

Hay personas que buscan crecer juntas, yo te ayudo, tú me ayudas, y juntos somos más de lo que éramos por separado. Es una ganancia mutua. 

Y luego está el caso contrario, el caso en que yo te quito, tú me quitas. Juntos somos una sombra de lo que seriamos por separado ya que en vez de ayudarnos nos lastramos. Este tipo de relaciones entre los seres humanos son las más dañinas posibles. Y es triste ver cuantas parejas de hoy en día no son más que un lastre, un peso muerto para su cónyuge.

Amigos, intentad huir de este tipo de relaciones, que en vuestros encuentros todo sea mutuo crecimiento, no destrucción.



¡Hola amigos! Que ganas tenia de volver por aqui y volver a escribir a diario como antes.

Me gustaría que esta primera entrada en mucho tiempo fuera algo grande, digno de recordar. Pero mi intención en este blog era plasmar mis pensamientos desde un punto de vista filosófico en mi día a día, dejaré la teatralidad para otro momento.

En estos días me he dado cuenta de la gran lección que la vida nos da una y otra vez: la existencia es una continua sucesión de pruebas y de problemas. Hay gente que podría ver esto como algo malo, pero yo lo veo todo lo contrario. Es cierto que en el momento puede ser duro, puede parecer que no hay un mañana, que nada merece la pena y todo es una mierda. Pero también es cierto que este tipo de épocas en nuestra vida nos hacen más fuertes. El árbol necesita la tormenta para crecer, y para destacarse de los demás árboles que no aguantan el viento y la adversidad.

Estas épocas negras siempre pasan, siempre acaban. Y cuando acaban, lo que de verdad queda de todo eso es lo fuerte que te hayas hecho a ti mismo. Queda la satisfacción de haber superado las piedras que la vida te ha puesto delante. 

Muchos dicen que estas cosas te preparan para épocas más negras pero tampoco estoy de acuerdo. Las mejores crisis son aquellas que son imposibles de superar a primera vista, las que parecen que nos van a destruir por completo. Ya que estas pruebas son las que diferencian a la gente mediocre y débil, de la gente fuerte y que de verdad merece la pena. 

Repito lo que he dicho muchas veces aqui: lo mejor que le puede pasar a una persona es destruirse a si misma una y otra vez, eso le empuja a reinventarse continuamente, y a crecer por dentro.

No sufrais las crisis, amigos, aprovechadlas.

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