Primum vivere, deinde philosophare

 

 Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi. 
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Calderón de la Barca.

¡Por fin es primavera! Debo decir que me alegra enormemente que acabe el invierno. En el invierno la naturaleza duerme y, en muchos casos, muere. Pero la primavera es la época de la resurrección. Una vuelta a la vida en todos los aspectos. La mejor época para pasear y admirar el campo, el mar y las montañas. En resumen, la primavera es un regalo para aquellos que estamos enamorados de la belleza del mundo natural. Cuando paseis por un campo lleno de flores, respireis el aroma y oigais el zumbido de las abejas sabreis exactamente a que me refiero. ¡Disfrutad de la belleza que nos brinda la madre naturaleza!

La tristeza es como una tormenta, destructiva pero creadora. El árbol necesita el agua de la tormenta para crecer, y necesita el rayo para fortalecerse. Nosotros debemos dejar que el agua corra en nosotros, y debemos dejar que el rayo nos atraviese, para hacernos más fuertes.

El estado de tristeza nos da una oportunidad única de buscar un equilibrio interno. Nos ayuda a ver más friamente nuestro entorno. Nos ayuda a enfocarlo fria y simplemente. A veces esta es la manera en la que nos inspiramos más, ya que saca de nosotros cosas que de otra forma no saldrian. Yo me pregunto: ¿Es posible que nos inspiremos más al ver mejor el mundo que nos rodea? Quizás no sea la tristeza lo que inspira estas palabras, quizás sea el punto de vista que la tristeza me ofrece en este momento. Sea como sea, nunca hay que desperdiciar la tristeza, es un estado maravilloso de ánimo.

El mundo da otro giro al sol sin pararse por nadie. Los hombres se descomponen en la tierra y los recuerdos se descomponen en nuestra mente. Con el tiempo no habrá hombre ni recuerdo, solo vacío y nada. Lo que nos indica que nunca fuimos mas que vacío.  Es poético. Es bello.

A veces una cosa puede parecer sencilla a simple vista pero si cambiamos la escala y observamos bien podemos ver infinidad de detalles y lecciones. Esto se puede aplicara  todo en la vida. Tenemos que saber cambiar nuestro propio punto de vista, nuestra escala, para poder ver la misma cosa desde muchos ángulos distintos y poder maravillarnos con sus detalles.

Debo decirlo, la música es mi debilidad. Toda mi vida ha estado rodeada de música en todo momento. Jamás he concebido la existencia sin una canción de fondo (aunque fuera el canto de un pájaro, o el canto de la montaña)

Hay gustos para todas las opiniones claro esta, yo por ejemplo, me considero un amante del heavy metal. Pero hay música, que no entiende de gustos. Hay canciones que gustan siempre porque hablan el idioma más simple que existe y a la vez el más completo. El idioma de los sentimientos. Cuando sentimos que una canción nos apuñala en el fondo de nuestra mente o cuando sentimos que nos eleva más allá de lo imaginable, estamos ante una de estas canciones. Para mi este tipo de música es la música clásica y creo que no sería mucho pedir que en vuestro ocupado día saqueis 5 minutos para escuchar una de las dos canciones que este servidor os tiene preparadas. Espero que os gusten y espero que podais tener 5 minutos de paz en un lunes.

Yo siempre digo que de donde más podemos aprender es de la naturaleza. Hay una formación muy peculiar llamada travertino (la que aparece en la foto). Los travertinos se forman basicamente porque el agua erosiona la piedra y luego si hay una cascada con plantas rodea estas plantas y va dejando capas y capas de arena, fosilizando literalmente la cascada.

La cascada en un principio es líquida pero con el paso del tiempo y tras mucho discurrir consigue volverse piedra ¡Cuantísimo podríamos aprender de esto! Nosotros podemos empezar siendo líquidos y cambiantes pero con el tiempo, la experiencia, la vida, nos volvemos más duros y resistentes, más sabios. Vamos cambiando continuamente hasta llegar a ser algo completamente distinto. Si la naturaleza puede permitirse el lujo de convertir el agua en roca ¿No podemos nosotros cambiar nuestra vida de la misma manera? Aprendamos de la naturaleza que todo cambia, todo es lo que ya no será nunca.