La tristeza es como una tormenta, destructiva pero creadora. El árbol necesita el agua de la tormenta para crecer, y necesita el rayo para fortalecerse. Nosotros debemos dejar que el agua corra en nosotros, y debemos dejar que el rayo nos atraviese, para hacernos más fuertes.

2 comentarios:

Me gusta mucho esta reflexión.
El dolor nos ayuda a ser fuertes ¿no es cierto?
Estoy de acuerdo. "Primero vivir, después filosofar" creo que Montaigne estaría de acuerdo.
Ahora soy seguidor de tu blog.

Un saludo.

Hola Iván, me alegro mucho de que te guste mi blog. Y me alegra aún más que te pases de cuando en cuando por aqui. Sientete libre de comentar y preguntar cuanto quieras por favor.

Un placer tenerte por aqui.

Publicar un comentario

Entradas populares

Vistas de página en total

Compañeros de viaje

R&R para Muñones