Esta expresión en hebreo significa "las cosas secretas" o "las cosas ocultas". Se usaba para identificar a una de las partes de Dios, la parte que nos explica que no puede ser conocido. En mi pueblo se dice algo como esto: "Las cosas de Dios no hay que escarbarlas, solo obedecerlas". Siempre me pareció un total insulto hacia la inteligencia humana. A lo que quiero llegar es que si los creyentes parten de la base de que Dios no puede ser conocido, es irracional que haya una """""ciencia"""""" que se dedique al estudio de Dios, la teología. Paradójicamente, los mismos escritos en los que se basa la teología indican que no puede existir esta última.
0 comentarios:
Publicar un comentario