Es impresionante la cantidad de gente que, cuando les digo que estoy de vacaciones, me dicen: Qué agusto, tanto tiempo sin hacer nada.
Para mi las vacaciones nunca han sido un tiempo para no hacer nada, es un tiempo para hacer otras cosas que no hago durante el resto del año. ¿Qué clase de desperdicio sería estar un verano entero sin hacer nada? ¡Cuanto tiempo perdido!
Yo os aconsejo amigos que nunca, en toda vuestra vida, tengais una época de actividad nula. El cerebro es como un músculo, y si dejamos de hacerlo funcionar durante una época, ¿Quíen sabe si volverá a trabajar de igual manera? Aprovechad las vacaciones para llevar a cabo aquellos actos y aquellas pasiones que durante el resto del año os es imposible, y así obtendreis descanso en parte de vuestra vida, y excelencia en la otra.
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