¡Qué desagradables me resultan aquéllos en quienes toda inclinación natural se convierte inmediatamente en algo enfermo, deformante e incluso vergonzoso! Ellos son quienes nos han inducido a pensar que las tendencias y los impulsos humanos son perversos; ellos son los responsables de la gran injusticia que hemos cometido con nuestra naturaleza, ¡Con toda naturaleza! Hay bastantes hombres que tienen derecho a dejarse llevar pos sus impulsos con gracia y despreocupación, pero no lo hacen ¡Por miedo a ese caracter "perverso" de la naturaleza! De ahí que hallemos tan poca nobleza en los hombres, nobleza cuya caracteristica será siempre no tenerse miedo a sí mismo, no esperar nada vergonzoso de sí mismo y volar sin escrúpulos hacia donde nos lleve nuestro impulso, ¡pues somos pájaros que hemos nacido libres! Donde quiera que nos lleve nuestro vuelo, ¡siempre estaremos en un espacio libre soleado!
En este aforismo de La gaya ciencia (el 294) Friedrich nos regala el pensamiento de que si desoyéramos los consejos de los despreciadores del cuerpo y nos lanzáramos hacia donde nos empuja nuestra naturaleza nos encontrariamos en un estado de comodidad interior. Es muy importante, amigos, que nunca nos dejemos llevar por designios ajenos a nosotros mismos. Sólo nosotros controlamos nuestra vida y sólo nosotros somos responsables de a dónde nos lleva.
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