Todo es nada. Y la nada lo es todo. Todo se funda en la nada, si no hubiera una "no existencia" no podría "existir" nada. Antes de querer existir de verdad tenemos que hundir nuestra raices en la nada, en la "no existencia", y a partir de ahi proyectarnos hacia la existencia. Tenemos que "no ser" antes de "ser". 

Lo más gracioso de este tema es que cuando más me acerco a una existencia "plena" (entendida como el conocimiento completo de mi mismo y de mi entorno) más me doy cuenta de que toda la existencia a su vez no es nada. La verdades universales necesitan ser válidas en todo lugar y tiempo. Pero, ¿Cómo va a existir una verdad si el "lugar" cambia continuamente y el "tiempo" no para de fluir sin parar? Nada es verdad y nada existe, lo que único que quizás exista como tal, es la nada, el vacío.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Vistas de página en total

Compañeros de viaje

R&R para Muñones