Hoy quiero compartir con vosotros un cuento que oí hace mucho tiempo y que recuerdo que en mi adolescencia temprana me ayudó mucho.



         Había una vez un padre que decidió llevar a su hijo a una cueva por primera vez. Cuando el niño entró se quedó maravillado con la belleza de lo que encontro en aquel extraño entorno, con las estalagtitas... estalagmitas... depósitos de minerales de mil colores... Hasta que llegó cerca del fondo de la cueva donde sin querer dió un golpe a una pequeña piedra que, al dar contra una pared, produjo un eco de su ruido. Al escuchar este sonido el niño se que quedó asustado, nuca habia vivido algo así, no sabía lo que era.
-¿Qué es papá?- Dijo mirando a su padre
El padre, viendo que era una gran oportunidad para enseñar una lección a su hijo le dió un pequeño empujón para que siguiera investigando. 
-¡Horrible!...¡Triste!...- el eco le respondió lo mismo- ¡Espantoso!...-el niño miró a su padre asustado- ¿Pero qué es papá?
El padre se agachó junto a su hijo asustado y gritó.
-¡Fantástico!...¡Fabuloso!...¡Excepcional!...¡Bello!...- El niño sonrió al ver lo que ahora se le devolvia.
-No lo olvides hijo- dijo el padre- es la vida, como la llames, te responde.


         Ésto me hizo pensar que en la vida no nos pasan cosas justas o injustas, sólo tenemos el eco que provocan nuestras acciones en los seres humanos que nos rodean.

2 comentarios:

Tienes razón. Me encanta este cuento, te lo cojo ^^

Me alegro de que te haya gustado.

Gracias por comentar.

Publicar un comentario

Entradas populares

Vistas de página en total

Compañeros de viaje

R&R para Muñones